Diuen que Puigdemont ha assenyalat les
cinc de la tarda com hora límit per a escoltar propostes del govern
d'Espanya. Potser m'equivoco, però crec que les cinc a Espanya és
l'hora dels toros per antonomàsia (i a Anglaterra del te).
No em sembla gaire viable una
negociació que ara es demana des de tants fronts: Què pot oferir
Catalunya a una Espanya que ho té tot, fins i tot Catalunya? Per
cert, que hi hagi polítics que s'ofereixen com a mitjancers neutrals
entre els dos governs és la proposta més estrambòtica i més
hilarant que he sentit en els darrers anys en boca de polítics.
I continua la història de la divisió
en dues meitats, que de tot plegat és l'argument que més em
subleva. És que no havíem quedat en la riquesa de la diversitat.
Bé, menteixo una mica i defenso una idea que ningú es creu. Cada
dia que passa la uniformitat és més evident, per molt que alguns
s'entestin a negar-la i a fer veure que són lliures. Simplement
petites parcel·les de llibertat d'opinió i d'acció en el millor
dels casos, dintre d'uns paràmetres establerts, res que hagi de
preocupar gaire la marxa del món i els que el condueixen sense saber
on va, que el futur, insisteixo, és inescrutable.
En fi, que la lectura ens acompanyi
demà a les cinc de la tarda, després ja tornarem a la mediocritat
de la qual participo i que, compte!, sempre m'ha semblat el motor de
la vida
A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en Punto de la tarde.
Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en Punto de la tarde.
Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!
2 comentaris:
No es l'hora en que un brau va empitonar a Manolete?.
És molt possible, Francesc. De moment restem a l'espera.
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