4.11.14

Compte amb les propostes!


Avui he fullejat més lentament l'antologia de Perucho en una altra llibreria. Cap canvi substancial en la percepció inicial de l'altre dia. A l'espera, doncs, de la publicació de l'Obra Completa. Curiosament, una de les hipòtesis, absolutament gratuïta, fantasiosa, que suggeria en el post anterior, no anava tan desencaminada, i només cal que em remeti al grup final d'escrits, recollits sota la denominació de “Teoría de Cataluña y misterios de Barcelona” que acaben amb els textos titulats “El nacionalismo” i “La lengua”.

M'he entretingut una estona llegint els textos esmentats i crec que he aconseguit aprendre de memòria un fragment, que transcriu Perucho, del discurs del general Prim a les Cortes el 25 de novembre de 1851. Diu així:

Ha podido creer S.S. que los catalanes tienen la condición del perro que lame la mano que le castiga? Si tal ha creído S.S. se equivoca; la condición de los catalanes es la del tigre que despedaza al que le maltrata. Si allí hubiese estado S.S. hubiera podido ver los semblantes de los barceloneses contraídos por una convulsión de ira; hubiera oído el ronquido que salía de sus pechos, ronquido, señores, que hoy sale sordo y ahogado como el del león encadenado; pero que podrá ser rugido de terror y espanto, si un día rompe las cadenas y se ve libre por su propio esfuerzo. ¿Hasta cuando hemos de morder el polvo? decían otros. ¿Somos o no somos españoles? decían todos. Pues asimismo preciso yo la cuestión, ministros de Isabel II. ¿Los catalanes son o no son españoles? ¿Son nuestros colonos o son nuestros esclavos? Sepamos lo que son: dad el lenitivo o la muerte pero cese la agonía. El horizonte amenaza grandes tempestades; es muy posible que antes de mucho se abra una lucha de gigantes; dos banderas frotaran por los aires; cada una tendrá sus partidarios, ya para entonces es preciso que los catalanes sepan a cual de las dos banderas deberán prestar su robusto brazo. ¿Son los catalanes españoles? Pues devolvedles las garantías que les habéis arrebatado, garantías que son suyas, que tienen derecho a usar de ellas, porque las han conquistado con su sangre; igualadlos a los demás españoles; si no los queréis españoles, levantad de allá vuestros reales, dejadlos, que para nada os necesitan; pero si siendo españoles los quereis esclavos, si queréis continuar la política de Felipe V, de ominiosa memoria, sea en buena hora, y sea por completo: amarradles a la mesa el cuchillo como lo hizo aquel rey; encerradlos en un círculo de bronce; y si esto no basta, sea Cataluña talada y destruida, y sembrada de sal como la ciudad maldita, porque así, y sólo así, doblareis nuestra cerviz; porque así, solamente así, venceréis nuestra altivez; así, y solamente así, domareis nuestra fiereza.


No se m'acudirà parlar ara de qui era Prim, del context del discurs ni de la seua intenció. Aquestes paraules del general, que encara podien ser vàlides -em refereixo, evidentment, al fons de la qüestió- fa quatre dies per un bon nombre de catalans, crec que ara arribarien massa tard, tot i que en política, i amb segons quins polítics, mai se sap. En fi, espero que com a mínim als de Madrid no se'ls acudeixi fer cas de la segona opció plantejada amb l'excusa que fa anys ja ho va demanar un català i que ara és l'hora de concedir-li el desig, generosos que són.