13.4.12

la ira

Fill, no sies sotsmès a ira, ne li obeesques con és mogut a ira; cor ira absegua los uylls de l'enteniment e fa a hom aïrar ço que deuria amar, e ira fa los hòmens parlar con a fols; e fa'ls metre en perill de perdre aquest món e l'altre.

Ramon Llull: Doctrina pueril.


Quan vaig sentir per primera vegada la paraula indignats em va semblar ben poca cosa, una paraula perfectament assumible. Tothom s'indigna alguna vegada per qualsevol cosa; en canvi la ira té un altre poder. Us imagineu: els irats! Però no hi ha cap moviment d'irats perquè la ira és no poder aguantar més, la ira és la pèrdua de la raó, la ira és el principi del final. Qui sap si arribarà en algun moment una situació límit en què, incapaços de trobar raons, de creure en les paraules o en monòlegs inútils, apareixerà la humanitat irada ja sense paraules

Mentrestant, aquí, continuaré parlant de literatura. Avui he descobert una revista publicada a Barcelona l'any 1913 que s'anomenava “La Ira” (Órgano de expresión del asco y la cólera del pueblo). Un dels seus fundadors i redactors va ser l'aragonés Ramón Acín, en aquell moment d'idees anarquistes radicals (aquí podeu llegir un resum biogràfic). He llegit els articles d'Acín a la revista i he pensat que avui serien impublicables. També és veritat que la revista era marginal i que només va durar dos números. Sobretot l'article de més avall, escrit en el quart aniversari dels fets de la Setmana Tràgica, va ocasionar l'empresonament dels seus redactors i el tancament definitiu de la revista.

No riáis, agustinos, escolapios, agonizantes, capuchinos, trapenses, dominicos, cartujos, carmelitas, jesuitas.
No riáis, los de los pies al aire con roña entre los dedos; los de los zapatones grandes y destartalados; los de las botas lustrosas con hebillas relucientes; los de las barbas como anunciantes de específicos; los de las caras afeitadas como toreros, y ademanes de sarasa de cine; los de las narices grandotas, salpicadas de granos como puño de bastón claveteado; los de la nariz afilada como picos de ave de rapiña; los del burdo sayal cuyo tosco tejido es nido de porquería; los de la sotana mugrienta manchada como trapo de cocina; los del manteo de rico merino como el manto de viuda joven; los del cordel de cáñamo, que hoy es cinturón y mañana convertiremos en dogal; los que dejasteis la choza de Pedro el Pescador para instalaros en palacios de mampostería; los que abandonasteis el desierto de la Tebaida y los montes Armenios por las grandes urbes; los que arrancasteis los dientes a la calavera de San Jerónimo para ponéroslos postizos, engarzados en oro, y poder sonreír delante de las señoronas que os visitan; los que tiráis como desperdicios en vuestras cocinas lo que fue el único alimento de vuestros fundadores; los que quemasteis las antiguas cruces de madera para fundir la plata de los modernos crucifijos que os regalan vuestras clientes de confesionario; los que dejasteis de hacer rosarios debajo de un árbol de amable sombra y junto a una fuente de clara agua para instalar fábricas de licores y chocolates.
No riáis, no riáis con vuestras bocazas grandes con dientes carcomidos, por donde eructan vuestros estómagos ahítos; no riáis agustinos, escolapios, agonizantes, capuchinos, trapenses, dominicos, carmelitas, jesuitas, que no siempre el humo que salga por vuestras aspilleras, por vuestras rejas, por debajo de vuestras puertas blindadas, por los respiraderos de vuestros subterráneos, no siempre ese humo será de incienso; que día llegará en que de nuevo vuestras celdas, vuestras salas de rezos, vuestros comedores, vuestros salones de recibir, aparezcan culotados de humo y de llama como las pipas viejas de los viejos marinos.

Ramón Acín: “No riáis” (26 de juliol de 1913)

2 comentaris:

Violeta ha dit...

Brutal. No m'estranya que durés tan sols dos números...

miquel ha dit...

Encara no sé com va sortir viu, Violeta. Al principi de la guerra, molt més moderat, el van afusellar. A la seua dona, uns dies després.